Entre los valores sustantivos del patrimonio cultural tangible de la nación Uru Chipaya resalta su arquitectura. Los modelos constructivos, diseños y tecnologías ecológicas, tanto en términos de utilización de materiales locales (los tepes, paja, madera de cactus, etc.), el no empleo de leña y la climatización pasiva, entre otros. Estos conocimientos y tecnologías resultan ser fascinantes, tanto para especialistas, como para legos.
Los chipayas son autoconstructores de su vivienda, según tecnologías heredadas y adecuadas a su hábitat. Se trata de casas hechas de champa, bloques de tierra y raíces cortadas directamente en el terreno a las que se deja descansar algunos días para el secado. La unidad doméstica se organiza en torno a un patio de uso multifuncional, alrededor del cual se erigen la waychilla y el putuku, los corrales (uyu) para animales y la chhujlla (o śhujlla), pequeño silo de forma cónica donde se guardan las cosechas. Hoy en día se construyen también casas rectangulares modernas, utilizando ladrillos y cemento, lo que es un símbolo para elevar el estatus económico de las familias, antes que una mejora de la calidad constructiva de las edificaciones.