Determinación y caracterización del tipo de turismo de la comunidad Uru Chipaya
Uru Chipaya, no constituye un producto de comercialización masiva, sino que más bien se puede caracterizar y tipificar de acuerdo a su potencial cultural, natural y de sistemas de vida comunitario en definiciones de la Organización Mundial de Turismo, que han permitido orientar y basar todas las acciones de promoción considerando un público genuinamente interesado, y que la comunidad reciba turistas que respeten la cultura y el modo de vida tradicional, que sean ambientalmente responsables y que se sientan motivados de contribuir a la permanencia de la nación Uru Chipaya.
Por la naturaleza y características expuestas, el producto responde a las siguientes definiciones:
- Comunitario: como una alternativa económica de las comunidades rurales, campesinas, indígenas, mestizas o afrodescendientes propias de un país, para generar ingresos complementarios a las actividades económicas diarias y defender y revalorizar los recursos culturales y naturales locales.
- Ecológico: Privilegia la sostenibilidad, la preservación, la apreciación del medio (tanto natural como cultural) que acoge y sensibiliza a los viajantes
- Vivencial: Está enfocado a los viajes que se centran en experimentar un lugar en particular, mediante la conexión a su historia, población y cultura.
- Responsable: Dirigido a enfrentar los impactos negativos del turismo: daños a ecosistemas, enajenación de tierras, desestructuración de las sociedades locales, etc.
Perfil general de turista orientado al destino Uru Chipaya
De acuerdo al perfil de la demanda citado en la propuesta del Producto Uru Chipaya (Oliver Salazar, 2017) el turista que visita Chipaya “…está interesado en sitios con vocación cultural, etnográfico y natural…, pero además en compartir y conocer culturas vivas, de la mano de sus protagonistas.” Características a las que responden varios segmentos de turistas, como los turistas explorer, volunturistas, ecoturistas, turistas culturales, turistas científicos y turistas de intereses especiales, entre los que se encuentran los turistas que prefieren el turismo comunitario cuyo impulso se dio a nivel mundial gracias a la Organización Mundial de Turismo.
El lema del 2014 para la OMT era “Turismo y desarrollo comunitario”, poniendo en relieve el potencial del turismo para promover nuevas oportunidades para las comunidades en todo el mundo, así como la importancia de la participación comunitaria en la promoción del desarrollo del turismo sostenible. Según Taleb Rifai, Secretario General de la OMT, «el turismo solo puede prosperar si integra a la población local incentivando valores sociales como la participación, la educación y la mejora de la gobernanza local. Al mismo tiempo, no puede haber un verdadero desarrollo del turismo si ese desarrollo obra de algún modo en detrimento de los valores y la cultura de las comunidades receptoras o si los beneficios socioeconómicos que genera no llegan a percibirse directamente en las comunidades». Por tanto, este tipo de turista responde a las siguientes características:
- Es consciente de los riesgos que supone viajar y toma las precauciones necesarias
- Fomenta el desarrollo local del destino consumiendo productos y servicios locales: Apoya el emprendimiento local consumiendo productos o servicios que se produzcan en el destino y cuyos beneficios directos e indirectos sean repartidos transversalmente y favorezcan a los grupos más vulnerables.
- Comparte y aprende sobre la comunidad de acogida, respetando sus valores y tradiciones: Aspectos culturales del destino que visitas (costumbres, gastronomía, idiomas o dialectos, tradiciones, patrimonio…). Quiere conocer sus normas sociales para evitar comportamientos que puedan resultar ofensivos o humillantes.
- Contribuye a la conservación, protección y regeneración de los ecosistemas acuáticos y terrestres del destino: Disfruta solo de productos, servicios y experiencias que garanticen la explotación sostenible de los recursos acuáticos y terrestres del destino y que respeten el hábitat natural de la fauna y flora autóctona o foránea, evitando el maltrato animal o la destrucción del entorno. De igual modo, adopta una conducta responsable, evitando la generación de residuos, y colabora con los programas de saneamiento y limpieza realizados en el destino para evitar el deterioro de espacios naturales y mantener la biodiversidad
- Respeta la diversidad y no fomenta o participes en actividades discriminatorias: Evitando lenguajes sexistas, comentarios ofensivos o el uso de etiquetas que contribuyan a estereotipar negativamente a estos colectivos.
- Consume de forma responsable y participa en la gestión sostenible de los recursos: Elige productos, servicios o experiencias que garanticen la gestión y el uso inteligente y eficiente de los recursos hídricos y energéticos, consumiendo los que generen menor impacto en el medio y puedan ser reciclables o reutilizables.
- Favorece la sostenibilidad del patrimonio y de las infraestructuras del destino: visita no suponga una alteración en la vida local. Además, contribuye a la conservación de los atractivos turísticos, respetando las normas y los accesos diseñados para su preservación y protección.
- Fomenta condiciones laborales dignas y justas que respeten los derechos de los trabajadores: condiciones laborales dignas y justas que integren a la población local o en riesgo de exclusión social.