La waychilla es un elemento de la arquitectura ancestral de los chipayas y hace parte de su unidad doméstica junto con el putuku, los corrales (uyu) para animales y la chhujlla (o śhujlla), pequeño silo de forma cónica donde se guardan las cosechas.
Las waychillas son casas hechas de champa, bloques de tierra y raíces cortadas directamente en el terreno a las que se deja descansar algunos
días para el secado. Tienen una cubierta de paja en forma de cúpula, la cual está sostenida por una estructura formada por arcos o nervios de thola. Estos se forman uniendo fuertemente las ramas de thola con cuerdas de paja brava. Son remojadas y golpeadas, para que sean más suaves, y después se las trenza. Luego se fijan por sus extremos en los orificios del muro hechos con anterioridad y se amarran solidariamente unos con otros (en los cruces), conformando de esta manera el esqueleto portante que se recubre con una wara (lámina de arcilla y paja). Esta lámina es de forma circular y para facilitar el traslado hasta el techo, se corta en partes de forma trapezoidal. Encima se coloca paja brava, como protección contra la lluvia. A su vez la paja se sujeta por encima con una chipa (thejtha) o red trenzada con el mismo material. En la actualidad esta malla se ha simplificado y ha sido reducida a una cuerda que es colocada en el lado oeste de la cúpula, ya que los vientos que vienen de la costa del Pacífico son los más fuertes. Su puerta es de forma rectangular, tradicionalmente se construye con madera de cactus con dirección al Este para la protección de la huayllicha de los fuertes vientos del Oeste.